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El clásico juego de apilar cubos pero esta vez éstos son de madera y pintados en los seis colores básicos del arco iris. Un juguete de excelente calidad y diseño con posibilidades de juego desde que son bebés hasta mayores.
A todos los niños les fascinan los cubos, ya que con ellos se puede ap Ilari, construir, meter, ocultar, etc. En esta versión de Grimm 's nos encontramos con seis cubos de madera pintados con los colores básicos del arco iris. Son robustos, más duraderos y con una infinidad de usos.
Basado en la pedagogía Waldorf, al tratarse de un juguete poca estructurada, los niños y niñas les ofrece una posibilidad de juego infinita sin normas. Esto les deja explorar libremente y los lleva a aprender e inventar.
El cubo mayor medida 15cm x 15 cm.
Su madera es de gran calidad. Cada pieza es única con un acabado con tintes en base agua y aceites naturales. Esto le aporta al juguete un color, tacto, aroma y aspecto natural y garantizan la seguridad de los niños.
Es importante tener en cuenta que los nudos, curvaturas y las irregularidades en el teñido forman parte de las características propias de cada juguete y que en ningún caso se consideran defectos de fabricación.
Para limpiarlo nunca sumergirlo en agua, mejor limpiar con un paño húmedo.
Grimm´s Spiel und Holz Design es una empresa familiar que realiza desde el diseño hasta el envío en Alemania. Cómo ellos mismos se definen, son productores de juguetes de madera naturales y sostenibles. Sus diseños son simplificados al máximo hasta dar juguetes poco estructurados con infinitas posibilidades de juego durante muchos años. Probados con éxito en la terapia.
Cercanos a la pedagogía Waldorf aman la madera y la trabajan a mano en la gran mayoría de sus productos. El resultado son juguetes donde cada uno es único y especial. Lejos de ser un defecto, las marcas de la natura son las que dan calidad a cada pieza.
Más allá de ser juguetes estéticamente bellos, cálidos y robustos son expresivos. La madera explica la historia de la natura y la vida. Y es ideal desde bebés, con sus mordedores, sonajeros o pulseras sensoriales, hasta adultos con su famoso Arco Iris, sus rompecabezas, Tangram o sus juegos de construcción.