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Un juguete de madera sostenible inspirado en el cuento clásico Los tres cerditos. Perfecto para apilar, encajar y crear historias mientras desarrolla habilidades narrativas, lógicas y motoras. Diseñado y fabricado en Barcelona.
Érase una vez tres cerditos que decidieron construir sus casas. Ahora los más pequeños pueden ayudarlos antes de que llegue el lobo con este juguete de madera único.
Fabricado con madera de haya procedente de bosques sostenibles en Cataluña, este juguete combina el encanto de los materiales naturales con un diseño pensado para estimular la imaginación y las habilidades de los niños.
Características destacadas:
Material sostenible: madera de haya certificada FSC, pintada con tintes seguros en talleres locales de Barcelona.
Versatilidad: ideal para apilar, encajar, explorar y contar historias.
Desarrollo de habilidades: fomenta la creatividad, habilidades narrativas, pensamiento lógico y coordinación motora.
Diseño único: piezas de formas y colores suaves que invitan al juego simbólico y al aprendizaje.
A partir de 2 años: perfecto para acompañar a los niños en sus primeras etapas de exploración y juego.
Un juguete diseñado para durar, respetuoso con el medio ambiente y fabricado con amor y cuidado en proximidad.
Londji tiene todo aquello que nos gusta a La Panxamama. Proximidad (son catalanes), calidad, cura del medio ambiente y un buen diseño (trabajan con diseñadores y ilustradores de renombre). Ellos, igual que nosotros, creen que el buen gusto y la estética se transmite desde muy pequeños a través de los juguetes y el juego.
Los 10 principios de Londji:
Imaginación al poder.
Reivindicamos el derecho a ser niños sin discriminación por razón de edad.
Jugar es el mejor de los aprendizajes.
Damos a los juguetes la dignidad que se merecen.
Compartimos el juego. Jugar es un rato compartido con los que estimamos.
Los juguetes también tienen derecha a sentirse bonitas.
Dejamos un mundo mejor a nuestros hijos,
Jugamos con todo, menos con la seguridad.
Cocinamos en Barcelona, a fuego lento.
Seamos honestos, tal como nos enseñaron nuestros abuelos.