Wild Grapat

Wild de Grapat es un viaje al límite entre la realidad y la fantasía, donde 12 criaturas únicas invitan a los niños a imaginar, inventar y jugar. Cada figura de madera tiene su propio súperpoder e historia, escrita en su tarjeta, estimulando la creatividad y fomentando narrativas personalizadas.

La colección incluye una bandeja de clasificación que no solo permite guardar y organizar las figuras, sino que también es un complemento versátil para actividades de juego libre. Ideal para fomentar la imaginación, la motricidad fina y la conexión con materiales naturales.

Características principales:

• Contenido: 12 criaturas de madera y una bandeja de clasificación.

• Material: Madera sostenible, con acabados seguros y respetuosos con el medio ambiente.

• Estilo de juego: Juego libre que fomenta la creatividad, el pensamiento simbólico y la narrativa.

  Juego libre que fomenta la creatividad, el pensamiento simbólico y la narrativa.

• Edad recomendada: Ideal para niños pequeños y mayores en todas las etapas del desarrollo.

Beneficios educativos:

• Potencia la imaginación y la expresión creativa.

• Promueve la conexión con materiales naturales y sostenibles.

• Ayuda a desarrollar habilidades motoras finas y organizativas.

Grapat es un proyecto pequeño y familiar que nace en un entorno natural, rodeado de tierra, fuego y río, y sobre todo muchos niños jugando alrededor.

La inspiración de Grapat surge de ver a los niños jugando, observando ese momento que según sus propias palabras, para los niños es sagrado. Ese momento en el que la imaginación cobra vida y los lleva a transformar una simple piedra en miles de mundos distintos y fantásticos.

Por eso propone un material sin instrucciones, un material abierto que invita a la creación de pequeños mundos (o mini mundos) diversos y fantásticos. Un material que favorece el juego libre y no estructurado.

Casi todos sus colaboradores son de proximidad, cuidando así el producto local. Utilizando procesos productivos amables con las personas y la naturaleza, usando maderas de bosques sostenibles y tintes a base de agua y no tóxicos.

Cada pieza es única, pintadas a mano, y es por eso que son imperfectas, pero es precisamente eso lo que las hace bellas.